El misterio de la construcción de las pirámides de Egipto, resuelto

0
  • 13 may 2014
  • José Almonacid Rojas
  • Etiquetas: , , , , , , , , ,
  • El misterio de la construcción de las pirámides de Egipto, resuelto

    Teniendo en cuenta que en la época no existían excavadoras ni grúas, mover dos millones de bloques de piedras de más de dos toneladas de peso cada uno debió ser una empresa titánica, imposible de realizar sin algún tipo de ingenio que permitiera desplazar las piedras por el desierto. Se sabe que los egipcios conocían los trineos, que aparecen en numerosas pinturas murales, pero aún seguía siendo un enigma cómo los obreros lograban desplazar bloques de tanto peso, que a buen seguro se hundirían en la arena.

    Lo que acaba de descubrir un equipo de físicos holandeses, liderado por el profesor Daniel Bonn de la Universidad de Ámsterdam, es que los egipcios usaban un truco simple y efectivo para facilitar el paso de los pesados trineos de madera cargados con piedras: humedecer la arena por la que se deslizaban. Lo más curioso del hallazgo, es que el truco ha estado años delante de los investigadores sin que nadie reparara en él. Cualquiera puede observar en la pintura de una de las paredes de la tumba de Djehutihotep, jefe de una de las regiones del Alto Egipto durante los reinados de Amenemhat II, Sesostris II y Sesostris III (1914-1852 a.C.), cómo una persona situada en la parte delantera del trineo arroja agua sobre la arena. Teniendo en cuenta que en la época no existían excavadoras ni grúas, mover dos millones de bloques de piedras de más de dos toneladas de peso cada uno debió ser una empresa titánica, imposible de realizar sin algún tipo de ingenio que permitiera desplazar las piedras por el desierto.

    SE NECESITABAN LA MITAD DE OBREROS

    Para comprobar si echar agua a la arena servía para desplazar con más facilidad los bloques de piedra por el desierto, los físicos construyeron en el laboratorio un trineo en miniatura y experimentaron con éste. En presencia de la correcta cantidad de agua, la arena húmeda del desierto es en torno a dos veces más firme que la arena seca, concluyeron los físicos. Y esto hace que la fuerza necesaria para mover el trineo se reduzca a la mitad, sencillamente porque la arena no se acumula delante del vehículo y la fricción es menor. La razón es que cuando se agrega agua a la arena surgen los llamados puentes capilares, pequeñas gotitas de agua que unen a los granos entre sí. La técnica, en cualquier caso, es más sofisticada de lo que parece: si la arena se humedece demasiado mover el trineo es aún más difícil. "Si utilizas arena seca, no va a funcionar, pero si la arena está demasiado húmeda, tampoco", asegura Bonn. "Hay una rigidez óptima".

    La cantidad necesaria de agua depende del tipo de superficie pero, según el físico holandés, la proporción óptima se sitúa entre el 2 y el 5% del volumen de arena. "Parece que mojar la arena del desierto egipcio permitía que se redujera la fricción lo suficiente como para necesitar la mitad de gente para mover el trineo en comparación con la tierra seca", asegura Bonn.

    UN DESCUBRIMIENTO DE LA ANTIGÜEDAD QUE PUEDE SER ÚTIL HOY
    El estudio, que se ha publicado en la revista Physical Review Letters, resuelve uno de los grandes misterios de la antigüedad, pero además podría tener aplicaciones prácticas para la ingeniería contemporánea. Según los investigadores, el hallazgo podría ayudarnos a entender mejor el comportamiento físico de los materiales granulares como la arena, pero también el asfalto, el hormigón y el carbón, lo que permitiría el desarrollo de formas más eficaces de transportar estos materiales. Y esto no es baladí: el desplazamiento de estos cuatro elementos representa alrededor del 10% del consumo de energía del mundo.

    Descubren un organismo 'diferente' a todos los demás

    0
  • José Almonacid Rojas
  • Etiquetas: , , , , ,
  • Descubren un organismo 'diferente' a todos los demás

    Se llama Plexus ricei y su aspecto es el de un largo tubo curvado. Vivía en los fondos marinos y tenía una longitud de entre 5 y 80 cm por un grosor que oscilaba entre los 5 y los 20 mm. Vivió hace unos 575 millones de años y desapareció hace 540 millones de años, justo al mismo tiempo en que se producía la "explosión del Cámbrico", uno de los mayores acontecimiento biológico de todos los tiempos y durante el que aparecieron todos los géneros de seres vivos que podemos ver en la actualidad.

    "Plexus no se parece a ningún otro fósil conocido del Precámbrico - afirma Mary L. Droser, cuyo laboratorio ha dirigido la investigación- Tenía simetría bilateral en un tiempo en que esta característica estaba aún apareciendo sobre este planeta. Era alargado y plano, muy parecido a ciertos gusanos modernos".

    "Los fósiles de Ediacara nos dejan completamente perplejos -asegura por su parte Lucas V. Joel, autor principal del estudio-. No se parecen a ningún animal vivo de la actualidad, y sus formas de vida están aún muy poco comprendidas". Durante este largo periodo, la vida no había salido aún del mar. No había organismo alguno en tierra firme y todos los seres vivientes habitaban aún en los océanos.

    BIOTURBADOR

    Según los investigadores, la escasez de organismos 'bioturbadores' (capaces de alterar los sedimentos) durante el período ediacárico permitió a criaturas como Plexus prosperar en los fondos marinos, algo que resultó imposible después de la explosión del Cámbrico.

    "La ausencia de bioturbación -explica Joel- también contribuyó a crear un régimen único de preservación de los fósiles. Cuando un organismo moría y acababa enterrado, se formaba un molde de su cuerpo en el sedimento. A medida que el cadáver se descomponía, el sedimento circundante rellenaba ese molde. Lo cual significa que lo que encontramos no son los fósiles originales de estas criaturas, sino los moldes de sus cuerpos".

    Redes Sociales

     
    Copyright 2010 CETERIS PARIBUS