A partir del 12 de enero, la agencia responsable de la gestión de los dominios en Internet, ICANN, abre el registro de nuevos dominios en una variedad jamás vista hasta ahora. Hasta el 12 de abril será posible registrar dominios del más alto nivel (tipo .com).
Podrán hacerlo quienes acrediten el derecho al empleo del nombre que pretenden registrar, tema relativamente fácil en el caso de fabricantes de productos y más dudoso en términos que sean, por ejemplo, el nombre de una ciudad. ICANN se tomará este año para validar las peticiones y los dominios no serán accesibles en Internet hasta el año próximo. Una vez aceptado el dominio, serán los titulares quienes administren el registro de dominios de segundo nivel que quieran acogerse el suyo como ocurre ahora con .com o .org.
El proceso no es barato. La presentación de candidatura cuesta 185.000 dólares, unos 144.000 euros. El mantenimiento del dominio supondrá desembolsar otros 25.000 dólares anuales, más de 19.000 euros.
Jon Leibowitz, responsable de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, ya ha manifestado que esta apertura de dominios puede ser un desastre. Leibowitz ve más riesgos que beneficios. De entrada, las empresas deberán realizar registros preventivos para evitar el futuro registro de un dominio que pueda competir con el suyo. Compañías como Coca-Cola ya han manifestado que esta apertura supone un incremento de costes para las empresas, más peligro de fraude y confusión entre los consumidores.
En un documento publicado por la propia ICANN, la organización enumera los beneficios y peligros. Para ICANN, sin embargo, los beneficios superan cualquier eventual problema. "Usted será el responsable de una crítica y muy visible pieza de la infraestructura de Internet. De la misma manera que Verisign es responsable de todos los dominios registrados bajo el .com, usted lo será de los registrados con su nombre". ICANN admite también que ello conlleva mayores responsabilidades. Los propietarios de un dominio podrán administrar la accesibilidad al mismo de sus clientes, fijar sus propias reglas para ello y tener pleno control sobre su marca. La posesión, argumenta ICANN, de un dominio del más alto nivel permite pensar nuevos tipos de negocios y servicios (como acceso a la propia nube). Los nuevos dominios aceptan caracteres no latinos.
ICANN admite que las empresas deben plantearse mantener el dominio un mínimo de tres años para amortizar la inversión y los candidatos corren el peligro de ver desestimada su petición de registro. Asimismo, la gestión del mismo estará sometido a rígidas condiciones.
Esta política de apertura de dominios se inició con el destinado a contenidos para adultos. En diciembre, después de que ICANN aceptara el .xxx, destinado a sitios pornográficos, la entidad que tiene la gestión del citado dominio, ICM Registry, abrió el registro libre del mismo tras un periodo reservado a las empresas que justificaran la posesión de una marca que excluyera el registro por parte de terceros. La apertura del proceso también ha provocado que empresas y entidades ajenas a este negocio hayan procedido al registro de su marca en el dominio para evitar ocupaciones por parte de otros. Es el caso de varias universidades.
Cuando ICANN aprobó a mediados del año pasado esta nueva política de dominios ya surgieron voces críticas. Miguel Pérez Subías, presidente de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), rechazó la decisión "recaudatoria" tomada por ICANN. "Obliga a todo el mundo a estar en todos lados, reanima el fenómeno de la ciberocupación y, lo peor, es que fragmenta la web por contenidos". Hasta ahora, explicaba Pérez Subías "se apostaba por pocos dominios de primer nivel y la mayor fragmentación se daba en los dominios de países. Esto es realmente un cambio radical que no compartimos". Otros expertos temen que la existencia de tantos dominios permita a Gobiernos censores bloquear con facilidad algunos de ellos, como .tibet.
El proceso será muy disputado. ¿Quién podrá registrar el dominio .orange, que es una ciudad, una marca y un genérico al que puede optar un distribuidor de naranjas? En principio, las ciudades tendrán prioridad. En el caso de distintas con el mismo nombre, ganará la que sea capital de Estado. Si ninguna lo es, deberán llegar a un acuerdo para el registro.
Ahora hay una veintena de dominios de máximo nivel (como .edu, .info, .museum o .travel) y los que identifican a estados o países (.es) y comunidades lingüísticas (.cat).
FUENTE: El País Digital
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