Seguimos al ex hombre fuerte del fútbol chileno por el norte, durante dos días, entre charlas y eventos organizados por su Fundación Ganamos Todos. En esta entrevista, habla de las presiones que lo llevaron a dejar su cargo en la FIFA, recuerda a Bielsa, dispara contra Ruiz-Tagle y responde a quienes critican su gestión en la ANFP. Mayne-Nicholls saca la voz.
El ex timonel del fútbol chileno y ex funcionario FIFA busca trabajo. En torno a una cancha o lejos de ella. Entretanto, concentra sus fuerzas en la fundación que acogió los proyectos sociales abandonados tras su salida de la ANFP. ¿Futuro político? Asegura que no quiere postular a alcalde, pero si lo convoca un presidente de la República, sin importar su color político, aceptaría aportar en materias deportivas.
Una aclaración de entrada: trabajé con Harold Mayne-Nicholls. Fue entre 2007 y 2009, principalmente en la organización de la Copa Mundial Femenina Sub 20 de 2008, bastante antes de que el agua bajo el puente se llevara a su proyecto de fútbol chileno, a Marcelo Bielsa y al mismo Mayne-Nicholls hasta el exilio del balompié.
Después de eso, cultivamos una relación cordial. A veces en un café, a veces en conferencias en el extranjero, a veces negociando desde distintos lados de la mesa. No lo había entrevistado desde principios de la década pasada, cuando todavía era un funcionario FIFA de carrera emergente y sin aspiraciones en la política del deporte. O en el deporte de la política, si se quiere.
Después de anunciar hace un par de semanas desde Europa su renuncia a la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), a la que estuvo ligado por 19 años, Mayne-Nicholls llegó a Chile y retomó sus actividades en la Fundación Ganamos Todos, que instaló tras dejar la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) en enero de 2011.
Hoy debe cerrar un curso para árbitros y entrenadores en Huasco, y luego encabezar un festival de fútbol para niños. Vamos en un auto desde el aeropuerto de Copiapó, distante dos horas y media por el camino costero. Con las últimas horas del día, un neumático cede y el chofer debe detenerse a cambiarlo. “Sigamos caminando, ¿qué, nos vamos a quedar parados?”, dice Mayne-Nicholls. Seguir adelante, aunque sea en la mitad del desierto.
-Al salir de la ANFP, dijiste que habían sido los mejores cuatro años de tu vida. ¿Han sido estos últimos los peores?
El ex timonel del fútbol chileno y ex funcionario FIFA busca trabajo. En torno a una cancha o lejos de ella. Entretanto, concentra sus fuerzas en la fundación que acogió los proyectos sociales abandonados tras su salida de la ANFP. ¿Futuro político? Asegura que no quiere postular a alcalde, pero si lo convoca un presidente de la República, sin importar su color político, aceptaría aportar en materias deportivas.
Una aclaración de entrada: trabajé con Harold Mayne-Nicholls. Fue entre 2007 y 2009, principalmente en la organización de la Copa Mundial Femenina Sub 20 de 2008, bastante antes de que el agua bajo el puente se llevara a su proyecto de fútbol chileno, a Marcelo Bielsa y al mismo Mayne-Nicholls hasta el exilio del balompié.
Después de eso, cultivamos una relación cordial. A veces en un café, a veces en conferencias en el extranjero, a veces negociando desde distintos lados de la mesa. No lo había entrevistado desde principios de la década pasada, cuando todavía era un funcionario FIFA de carrera emergente y sin aspiraciones en la política del deporte. O en el deporte de la política, si se quiere.
Después de anunciar hace un par de semanas desde Europa su renuncia a la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), a la que estuvo ligado por 19 años, Mayne-Nicholls llegó a Chile y retomó sus actividades en la Fundación Ganamos Todos, que instaló tras dejar la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) en enero de 2011.
Hoy debe cerrar un curso para árbitros y entrenadores en Huasco, y luego encabezar un festival de fútbol para niños. Vamos en un auto desde el aeropuerto de Copiapó, distante dos horas y media por el camino costero. Con las últimas horas del día, un neumático cede y el chofer debe detenerse a cambiarlo. “Sigamos caminando, ¿qué, nos vamos a quedar parados?”, dice Mayne-Nicholls. Seguir adelante, aunque sea en la mitad del desierto.
-Al salir de la ANFP, dijiste que habían sido los mejores cuatro años de tu vida. ¿Han sido estos últimos los peores?
-No es tema. Este año y medio ha sido espectacular desde otro punto de vista: hemos sido capaces de sacar adelante la fundación; hemos tenido respuestas como la que viste, de los niños, de los adultos. Hemos tenido posibilidades de hacer nuevamente cosas concretas por el país y, en lo personal, tuve una experiencia espectacular en la universidad en Estados Unidos (Notre Dame).
-¿Te sirvió eso para despejar un poco la cabeza?
-Por supuesto, estuve un semestre completo afuera. Me sirvió para descansar, porque el ritmo era totalmente distinto, y también para conocer y para aprender. Este año y medio no es comparable con los cuatro que pasé en la ANFP, pero tampoco es que esté con una depresión tan grande. La página se da vuelta, se abre otra puerta y vamos adelante. He vivido cosas importantes en lo personal y evidentemente también en lo laboral.
-Hoy ya no tienes el sueldo de la FIFA ni te paga la fundación. ¿Cuál es tu plan?
-Buscar trabajo, no hay duda de eso.
- ¿En Chile o afuera?
-Ojalá acá, nunca he querido irme a vivir al extranjero. A mí me gusta vivir aquí, que mis hijos se críen en Chile. Acá tengo la mayoría de mis grandes amigos, los equipos de la liga, del Country Club, etcétera. Pero, claro, quizás las necesidades me lleven a otra cosa... Cuando venga alguna oferta, si es de consultoría o asesoría será más fácil; si es de jornada completa habrá que estudiarla más, habrá que poner todo en la balanza y verlo. Por el momento tengo que ir tirando líneas. No estaba preparado para lo que pasó, nunca lo había pensado; cuando pasó, hay que abrir una nueva puerta y cruzarla.
¿Y tu idea es hacerlo dentro del fútbol? Porque también las opciones se te van acortando…
-Mi idea es hacerlo en cualquier cosa, da lo mismo. A ver, te doy un ejemplo: en el 86 me quedé sin trabajo por distintas razones y no me había titulado todavía. Yo soy del Norte (Antofagasta), nunca en mi vida he vivido en el campo, apenas sé andar a caballo, nunca he ordeñado una vaca. Pero había que trabajar y lo hice en el suplemento agrícola de La Tercera durante tres meses, mientras encontraba algo que me diera más satisfacciones. Y de ahí pasé a trabajar en la computación, primero en Asicom y después en Epson... Entonces, no me pongo límites. Voy a trabajar en cualquier cosa que me parezca atractiva, mientras pueda elegir. Me costaría tener que trabajar sólo por cubrir las necesidades económicas. A esta altura me gusta trabajar en las cosas en que creo que puedo ser un aporte y de alguna manera me apasionan, y hay muchísimas más que el fútbol, de eso no tengo duda.
Las presiones
Es de noche en Huasco y Mayne-Nicholls sube al estrado entre aplausos de la audiencia, unas 40 personas. Presenta su charla, centrada en el rol que, a su juicio, debe tener el fútbol en el desarrollo de la sociedad. Cuenta que cuando contrató a Marcelo Bielsa para la selección chilena no le habló de objetivos deportivos, sino de extirpar de raíz la indisciplina, trabajar al ciento por ciento y transformar a los jugadores en modelos para los niños.
-Mencionabas que la salida de la FIFA te tomó por sorpresa, pero, finalmente, fue una situación súper esperable.
-Yo estaba nominado a los Juegos Olímpicos, acreditado por el Comité Olímpico Internacional, todo el tema hecho, me habían tomado las medidas para la ropa. Me llaman para una reunión en Zurich para hablar de la organización e incluso yo tenía dos o tres temas de exposición. Estando ya en Suiza, me dicen mira, esto es lo que pasa, tienes que hacer las paces con el gobierno y la ANFP. Yo sentí que era un callejón sin salida... Yo tenía claro que iba a llegar un momento en que sería insostenible para la FIFA, como institución, mantener a una persona frente a otra institución, eso sí, pero el momento no era el que yo esperaba, para nada. Creía que iba a estar en los Juegos Olímpicos y en otras actividades en las que tenía que participar.
-¿Fue el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien te pidió que arreglaras la situación?
-No, no tuve la oportunidad de hablar con el presidente, pero hablé con los más altos ejecutivos involucrados en el tema, el Director de Competencias (Mustapha Fahmy) y el Secretario General (Jérôme Valcke), y los dos tuvieron exactamente el mismo discurso. Pero insisto, no tengo queja al respecto, esto iba a pasar. Estoy súper agradecido de la oportunidad que me dieron en el año 93. Casi pasaron 20 años y nunca habría esperado formar parte de todo lo que formé en el fútbol mundial.
-En muchas entrevistas y discursos públicos les has deseado lo mejor a la ANFP, al fútbol chileno, a las autoridades que hoy lo dirigen. ¿Por qué no abuenarse? ¿Por qué no agarrar el teléfono y decir mira, construyamos de aquí a futuro?
-Porque no es el sistema. Hubiera sido distinto si me llamaban de la ANFP directamente, o el subsecretario de Deportes (Gabriel Ruiz-Tagle), y me decían necesito hablar contigo, tomémonos un café. Perfecto, me tomo un café y ya, puede que sí, puede que no, puede que igual nunca nos hubiéramos abuenado y está bien... Pero cuando vienen a través de un tercero que te dice o haces esto o dejas de hacer esto otro, eso es inaceptable. Que la ANFP haya llegado a ese extremo, siendo que tienen mis teléfonos, mis correos... Yo sigo deseando que el fútbol chileno siga en un camino, lo dirija yo o lo dirija cualquiera, que le traiga mayor bienestar a la gente. Sigo cooperando directa o indirectamente con el fútbol chileno: la selección sub 20 va ahora a un torneo en Irlanda del Norte y algo tuve que ver en eso. Pero en el verano quise ayudar a que viniera una selección femenina de Nueva Zelandia y estaba todo listo, hasta que se enteraron de que indirectamente estaba relacionado y cortaron inmediatamente el tema. Y así he escuchado otras cosas...
Pero, insisto, si hubieran agarrado el teléfono y me decían mira, esto se acabó, necesitamos un cambio... En vez de eso, han hecho unas presentaciones impresentables ante los tribunales del fútbol, me han acusado de cosas que no hice. Hasta el tribunal salió diciendo eso no lo hizo el directorio de Harold, ¿cómo lo pueden acusar a él siendo que lo hizo el otro directorio?. Han acusado de quiebra en la ANFP cuando nunca en la historia la ANFP ha tenido tanto dinero. No conozco ninguna empresa que quiebre pero que siga funcionando al ritmo de ésta. Y, finalmente, nos han acusado del acuerdo con los abogados, un acuerdo del que el Consejo (de presidentes de clubes) estaba al tanto y que hoy le puede terminar costando a la ANFP diez veces lo que nosotros pagamos.
Entonces, a pesar de todo lo anterior, si hubieran llamado seguramente me habría ido a tomar un café, pero nunca lo hicieron, nunca jamás desde que salí del fútbol. Entonces pensé está bien, hoy me abueno y voy a los Juegos Olímpicos, pero mañana tengo que ir al Mundial de Futsal y van a decir venga a abuenarse de nuevo y luego será otra cosa, y otra, y otra... Ante eso, mejor dar un paso al costado y seguir la vida tranquilo.
-¿Cuáles fueron las presiones y cómo te enteras de ellas? Nombraste directamente al subsecretario de Deportes y a la ANFP.
-El tema es bien simple. Desde la FIFA me dijeron con todas sus letras que si yo quería ir a los Juegos Olímpicos, tenía que hacer las paces con el Gobierno y con la ANFP. Entonces yo pregunté: ¿Con quiénes? Con el presidente de la ANFP (Sergio Jadue) y con el subsecretario. Ah, perfecto. Así, textual. Y como yo tengo cartas que ha mandado el actual directorio quejándose contra mí ante la FIFA y una serie de otras cosas, era evidente. Agrégale a lo anterior que no una, sino tres o cuatro veces, han conversado con el presidente (Blatter) pidiéndole mi salida. Había una presión. Finalmente, por el respeto a la institucionalidad, la FIFA se vio obligada a plantear el tema y ver cómo tomaba yo el tema. Como ya es de público conocimiento, ante una cosa así agradezco mucho las alternativas, pero prefiero dar un paso al costado.
-Cuando estuviste en la ANFP, principalmente en la relación con Canal 13, también ejerciste presiones en las altas esferas para conseguir cambios, sobre todo en la gente que estaba en pantalla. ¿Hoy te arrepientes de eso, habiéndolo sufrido en carne propia?
-No, porque era una cosa distinta. Como ANFP, teníamos una relación comercial con Canal 13, ellos nos pagaban por transmitir a la selección chilena. Pero los rostros en pantalla daban la impresión de que lo único que querían era destruir a la selección chilena y yo tenía que fortalecer un producto. Pero yo no tenía una relación con esa persona (el comentarista)... Le hice ver a Canal 13 que así no iba a servir. Tuvimos no una, sino 50 reuniones sobre este y otros temas, y Canal 13 directa o indirectamente no estuvo dispuesto a seguir en el contrato con nosotros, porque encontraba que lo que ya había pagado excedía lo que se debía pagar.
Bueno, nosotros conseguimos casi cinco veces más dinero (en la licitación de 2010 que ganó Chilevisión). No digo que cuando el equipo juegue mal haya que decir que jugó bien, pero reírse y mofarse de quienes están en el fútbol no le hace bien a nadie. Y la presión mía, si no me equivoco, básicamente fue cuando alguien le pasó una taza de café a uno de los comentaristas y dijo oh, tiene una foto de Harold Mayne-Nicholls... Aaah, debe ser tibiecita la taza... Eso es una falta de respeto, que yo no tengo por qué aceptar, ni como persona ni mucho menos como presidente del fútbol en el canal que tenía los derechos. Al final, a Dios gracias, en la suma y resta se vio que yo tuve la razón, porque después conseguimos casi cinco veces más dinero por la selección.
La opción política
Después de la charla en el salón municipal de actos de Huasco, Mayne-Nicholls recibe la invitación a cenar del alcalde, Rodrigo Loyola. Degusta de buena gana un congrio frito y se muestra llano en la conversación sobre todos los temas, desde los cerdos de la vecina Freirina hasta las anécdotas con Bielsa. Pero pregunta más de lo que responde, un buen escudo que le entregó su formación de periodista.
Al despedirse, invita al alcalde para que asista al puntapié inicial del festival de niños a la mañana siguiente. El edil asiente. Pero Mayne-Nicholls ya está curtido de compromisos políticos: “mejor me pasa a buscar al hotel a las nueve, así nos vamos conversando”.
-Se ha especulado con la relación que estableciste con Michelle Bachelet, y con que tú pudieras cumplir una función en su gobierno si ella regresa a La Moneda. ¿Has estado en contacto con ella?
-Una vez que estaba en Nueva York, la pasé a saludar. Estuvimos juntos por 15 o 20 minutos. Fui con mi señora, una visita netamente protocolar. Nunca he intercambiado un mail, nunca he hablado por teléfono con ella. La gente especula en base al desconocimiento. Yo le tengo muchísimo respeto y muchísimo agradecimiento a la señora Bachelet por lo que hizo por el fútbol chileno. Sin ella, el Mundial Femenino Sub 20 de 2008 habría pasado sin pena ni gloria. Ese mundial dejó su marca en la posibilidad de que las niñitas pudieran jugar al fútbol y en un proyecto, los Estadios del Bicentenario (hoy Chile Estadios), que necesitaba el país. Ella fue la que hizo posible todo eso y una serie de otras cosas.
Si tengo la oportunidad de cruzarme con ella voy a saludarla, por razones obvias, y si alguien especula que a través de ese saludo yo voy a ser no sé qué, bueno, que especulen. No por eso dejaré de tener el agradecimiento que debiera tenerle todo el fútbol chileno por la extraordinaria labor que hizo y que nos permitió avances significativos.
-Alguna vez dijiste que cuando te llama el Estado para un cargo no puedes decir que no. ¿Lo sigues sosteniendo?
-Es súper difícil decir que no. Cuando te llama el Estado a ocupar un cargo público de alta trascendencia y tú tienes la experiencia y el conocimiento en ese cargo, ¿cómo dices que no? ¿En base a qué? ¿A que no comparto su línea ideológica? ¿A que no comparto su forma de ser? No, pues, no creo en eso. Uno tiene que estar dispuesto a devolverle al país las cosas que el país le dio.
-¿Y si te hubiera llamado el presidente Piñera, por ejemplo?
-Seguramente sería ministro o subsecretario. No le habría dicho que no. El deporte no va mezclado con el tema ideológico. Seguramente, si me llama para ser ministro de Hacienda le digo que no, que ninguna posibilidad, porque no sé... Y si Piñera, o cualquier presidente, me llama para uno de los ministerios políticos, lo pensaría muchísimo, y lo más probable es que termine diciendo que no. Pero en deporte, donde tengo alguna experiencia y conocimiento, es lo que me gusta y me apasiona, es difícil restarse, porque uno tiene que estar dispuesto siempre a aportar al país. Nunca me llamó el Presidente Piñera, en todo caso...
-Pero me cuesta creer que nadie haya sondeado si te quieres presentar a alcalde…
-Es que hay una gran diferencia entre que te digan quiero que seas esto a quiero que vayas a buscar los votos. Todos los partidos políticos registrados en el país, todos, me han ofrecido en alguna oportunidad, directa o indirectamente, ser el candidato que los represente. O me han mandado a decir nos gustaría conversar contigo. Y a todos les dije lo mismo: en estos momentos no está dentro de mis prioridades, no me interesa. Si mañana me interesa, no voy a perder mi independencia por un cargo de elección popular, voy a seguir siendo independiente.
-¿No hay ninguna posibilidad?
-Me lo han ofrecido y lo he estado pensando, me he sentado a pensarlo. No hay ninguna posibilidad hoy porque la elección que viene es la de alcaldes, y yo no voy a ser candidato a alcalde. Considero que quien sea candidato a alcalde tiene que vivir en la comuna por la que se presenta...
-Pero Claudio Orrego ya no va por Peñalolén…
-Yo vivo en Peñalolén, Claudio es el alcalde. Él nunca dijo que no iba a ir (a la reelección). Ahora ya se sabe que no va, pero yo ya tengo otros intereses... Quizás con más antelación, lo hubiese pensado. Jamás hubiera competido con Claudio, lo conozco desde que éramos cabros chicos. Además, lo está haciendo súper bien en la comuna, independientemente del tema ideológico...
Si me voy al área política, en dos o tres meses más voy a desperfilar totalmente la fundación. Entonces, si para vestir a un santo que está súper bien vestido, como es la municipalidad de Peñalolén, voy a desvestir a otro que recién se está vistiendo, que es la fundación, entonces no es éste el momento.
Los amigos y los adversarios
El locutor del festival de fútbol hace lo posible por controlar a los 300 niños y niñas, de cuarto a sexto básico, que se arremolinan detrás de una pelota. Entre partido y partido, a Mayne-Nicholls le piden fotos y autógrafos en los antebrazos, que después besan cuando hacen un gol, como hacen sus ídolos con los tatuajes de sus hijos.
Uno de los niños le pregunta si él fue quien trajo a Bielsa. La respuesta es afirmativa. Mayne-Nicholls sabe que su figura está ligada indisolublemente a la del argentino, y le agrada que así sea. Recuerda también cuando el entrenador no le dio la mano al presidente Piñera en La Moneda y se debate entre dos teorías: o no lo vio porque venía en otra, agotado después del viaje, o cometió una equivocación, de la que se arrepintió públicamente días después. Al que de frentón no quiso saludar fue al subsecretario Ruiz-Tagle.
-Mantienes contacto con Bielsa, no permanente pero sí esporádico. ¿Han conversado de cómo se dio la salida de ambos de la ANFP?
-Lo que converso con Marcelo o con cualquier otra persona de manera privada me gusta mantenerlo privado; si no, se transgreden principios básicos de confidencialidad.
-¿Lo viste contento en España?
-Lo he visto de todas las formas. Él es una gran persona y hay días en que lo he visto contento y hay días en que no lo he visto tan contento. Sin embargo, siempre lo he visto trabajando, preocupado, meticuloso en extremo y apasionado con lo que está haciendo.
-Hablabas antes del subsecretario de Deportes. ¿Cómo describirías la relación que tuviste con él en la ANFP? ¿Llegó a ser cordial en algún momento o siempre lo viste distante?
-Yo traté de ser cordial a mi manera... Quizás no era como él entendía la cordialidad. En algunas cosas le ayudé, en algunas cosas participé. Pero el tema se rompió totalmente cuando se querellaron contra mí por el tema de la repartición de las platas (del Canal del Fútbol); o sea, una cosa era el discurso público y otra el discurso privado.
Con lo que sucedió en Sudáfrica terminó de quebrarse la relación. Y la gota que rebalsó el vaso fue cuando reconoció vínculos positivos con la barra de Colo Colo, después de que por años me dijo no tenían absolutamente nada que ver.
-El subsecretario siempre ha negado que fuera a Sudáfrica a hacer campaña en contra de tu reelección.
-Yo tengo gente que claramente me ha dicho que él y quienes lo asesoraban hicieron cosas que no correspondían a una autoridad gubernamental. Esto se lo comuniqué al presidente (Piñera) la última vez que estuvimos juntos y el presidente me dijo: ya vamos a hablar de ese tema. Nunca más he estado con él, nunca más hablamos del tema. No creo que haya pasado desapercibida una cosa así, como lo dice el subsecretario.
-¿Qué opinas de la gestión del gobierno en materia deportiva?
-No estoy al tanto del tema como para evaluarla completamente, no me parece justo. Sí se puede decir que se ha conseguido traer grandes eventos al país, lo que es muy importante. Se ha conseguido mantener el Rally Dakar. El Mundial Sub 17, ratificar los Juegos Odesur, la Copa América. Y pretender postular a los Juegos Panamericanos también es relevante.
Ahora, si esto no va acompañado por un plan de desarrollo de la actividad física, me parece que es sumamente peligroso. Me preocupa que, en 2010, el entonces ministro de Educación, Joaquín Lavín, determinó hacer un Simce de Educación Física, cuyos resultados se entregaron en marzo de 2011. Pasó un año, hicieron un nuevo Simce, ya no experimental sino oficial, y los números están peores. Entonces, algo hay ahí: el deporte no está cumpliendo su rol. No sé si es la subsecretaría, no sé si es el ministerio, no sé quién es, pero en materia deportiva no se están viendo los avances en este Simce.
-Tienes personajes muy cercanos que hoy son ministros. Rodrigo Hinzpeter y Laurence Golborne, los más notables.
-Andrés Allamand, María Ignacia Benítez.
-¿Cómo es tu relación con ellos? ¿Se encogen de hombros?
-No... ¿Sabes lo que pasa? No hay que mezclar peras con manzanas. Tengo cierto grado de amistad con ellos, con algunos más que con otros, pero, de nuevo, no puedo mezclar la amistad con la institucionalidad. No puedo ir a quejarme con ellos y decirles mira, cómo es posible que pase esto. Lo que sí hice, cuando el rumor de que el presidente había intervenido en contra mía para la elección (de la ANFP), llamé al ministro Hinzpeter y le dije: Quiero que me diga la verdad, para saber en qué plano me muevo. El ministro me respondió: te puedo dar plenas garantías de que el presidente nunca se va a meter entre ustedes. Ahí quedó cerrado el tema para mí.
-¿Y el presidente de la ANFP? Sergio Jadue creció al alero tuyo. Él era dirigente del fútbol joven de Unión La Calera, se mostraba muy empeñoso. ¿Cómo lo veías tú?
-Yo lo veía como a un dirigente que quería hacer cosas por su club. Se mostró muy entusiasmado cuando partimos con el fútbol femenino, yo lo nominé para que encabezara una delegación que fue a Costa Rica. Después viajó con nosotros a Omán, cuando jugó la selección. Esa vez fue invitado por Bielsa, a lo que accedí. Allá me dijo: Yo voy a votar por ti. Participó en reuniones de trabajo, en proyectos. Hasta ahí, lo consideraba un dirigente que quería hacer lo mejor para su club, pero de repente optó por un camino distinto del que nos había dicho, y para mí eso tiene nombre y apellido. No lo voy a decir, pero hubiese sido distinto si desde el principio él me dice: sabes que a mí no me gusta lo que ustedes hacen, yo quiero un cambio.
Las platas de fútbol
Vamos en el auto de regreso a Copiapó, después de que Mayne-Nicholls, el alcalde y los encargados de Guacolda (empresa que financia el programa de Ganamos Todos en Huasco) entregaran las medallas, diplomas, jugos, sandwiches y besos disponibles. Promete volver en octubre.
Mayne-Nicholls se entusiasma cuando explica cómo opera la fundación. Y se esmera cuando habla de su financiamiento a través de privados. El manejo de las platas, un flanco por el que sus opositores han atacado después del rojo balance de la ANFP en el ejercicio 2010, lo aborda con cuidado.
-En tu última cuenta, dijiste que la ANFP avanzó mucho en tu periodo. Tus opositores dicen que les entregaron una ANFP quebrada, desfinanciada o con un déficit muy grande el año 2010. ¿Puedes probar que la gestión de tu directorio fue exitosa y que no ha sido la administración actual la que ha mejorado las finanzas de la asociación?
-Nosotros dejamos contratos firmados por 82 millones de dólares para el periodo de cuatro años (2011-2014), de los cuales habíamos gastado diez (millones de dólares), si no me equivoco. Basta y sobra. Están ahí, es cosa de ir y pedir los contratos. Yo recibí la ANFP con contratos por 16 millones de dólares, de los cuales ya se habían gastado cuatro, y estaba todo vendido. De 12 a 72 millones de dólares. Yo quiero juzgar a esta administración en materia financiera cuando entregue su mandato, en enero de 2015, viendo los contratos que dejarán para los próximos cuatro años. Porque para hacerlo mejor que nosotros van a tener que superar los US$ 72 millones que les dejamos en las cuentas. Entonces, hay que tener siempre una visión de largo plazo en los temas. Y es evidente que nosotros sacamos de la quiebra al Canal del Fútbol (CDF) y lo transformamos en el gran activo del fútbol chileno. Era un canal que estaban a punto de sacarlo del satélite, lo que significaba la quiebra absoluta.
-¿Cómo así?
-Fue una labor espectacular de Ernesto Corona (presidente del directorio de CDF, nombrado por la ANFP), yo dirigía no más. Lo primero fue cubrir los pasivos que había, consiguiendo un crédito con el BCI.
-¿No se lo daban al CDF por sí mismo?
-Yo diría que no... Habría que preguntarle al BCI, pero lo que está claro es que yo asumí en la ANFP un día lunes, si no me equivoco, y la primera reunión que tuve fue con una comisión de siete u ocho gerentes del BCI, un interrogatorio de dos horas para ver si le facilitaban al CDF un crédito de 20 millones de dóalres, que era lo que se necesitaba para cubrir las deudas del corto plazo. Si no lo hacían, se acababa el Canal del Fútbol. Se lo prestaron.
El Canal del Fútbol llevaba dos o tres años sin hacer balances ni auditorías. Hubo que ordenar todo eso, hubo que ir buscando salidas a una serie de cosas, desprenderse de ZAP e ir mejorando el producto. Nosotros fuimos entregando más calidad para que la gente se suscribiera, fuimos trabajando de mejor manera, detalle por detalle. El Canal del Fútbol terminó por crecer y llegó a ser, insisto, el principal activo del fútbol chileno.
-Tú eras partidario de que la ANFP comprara el 20% que está en manos de Jorge Claro, cuando tuvo la opción.
-¡Pero obvio! Ese 20% era del orden de los 100 millones de dólares. Se firmó una prórroga del contrato por cinco años más, y en ningún caso entonces valdrá menos de 100 millones de dólares. Haciendo números muy gruesos, las utilidades globales del Canal del Fútbol en los próximos cinco años serán del orden de los 500 millones de dólares. Si esa es la utilidad y Jorge es dueño del 20%, se lleva US$ 100 millones; por lo tanto, en cinco años más, si la ANFP quiere comprar a Jorge se le van a pagar al menos los mismos 100 millones de dólares, más los 100 millones que ya recogió. El fútbol le regaló US$ 100 millones a Jorge Claro, es evidente, es una cosa algebraica, básica.
-¿Estaba el financiamiento para comprar ese 20%?
-Sí, tengo documentos firmados, estaba el financiamiento. El Scotiabank estaba dispuesto a prestarnos los 100 millones de dólares, y después aparecieron dos o tres bancos más que estaban dispuestos, porque era evidente que se iba a pagar. Pero el gran argumento para no hacer uso de la opción de compra, en ese tiempo, era que el fútbol no podía administrar el CDF. Y yo decía ok, que no lo administre el fútbol, montemos una cosa aparte. Pero había una oposición, y a Jorge Claro tampoco le interesaba. Cómo le iba a interesar que le compráramos en 100 millones de dólares, si en cinco años más iba a tener sus 100 y 100 más.
-De lo que ha pasado desde que te fuiste, ¿qué es lo que más te ha dolido personalmente? ¿Algún piedrazo en una cancha, el “Bautizazo”?
-Cuando supe que la fiesta del primero de mayo para las niñas no se hacía más, yo dije no, esto no puede ser’. Entonces dije chao, no quiero enterarme de más cosas. Porque esa fiesta significaba para muchas niñas una ilusión impresionante, venir por primera vez a Santiago... Era un proyecto tan grande de integración y se suspendió de inmediato, no se hizo nunca más. Era evidente que iban a poner cortapisas a todo lo que nosotros hubiéramos hecho.
-Pero eso responde a un programa de gobierno. La promesa de la actual administración es repartir más recursos entre los clubes. Si uno lo mira desde esa perspectiva, cortar productos deficitarios tiene lógica.
-¿Deficitarios en qué sentido?
-Deficitarios económicamente. La promesa es repartir más entre los socios.
-Está bien, si todo lo llevamos al número final, si toda nuestra vida la manejamos en una hoja Excel, está bien. Pero es que la vida no es así, si nadie maneja el Excel cuando maneja su vida. Este no es un juego de ajedrez, donde si muevo un peón puedo perder el alfil. ¡Cuántos méritos posteriores le traía este festival al fútbol chileno! Al primero de estos festivales llegó una chiquitita caminando sola con sus zapatos, sólo quería jugar al fútbol. Terminó siendo capitana de la selección chilena sub 20, si no me equivoco. Entonces, ¿dónde está el déficit? Y el beneficio que traía proyectar el fútbol femenino. Lo hago fácil: que más niñas jueguen al fútbol significa que más niñas van a estar dispuestas a comprar zapatos, pelotas, camisetas. Y alguien de la industria va a tener que devolverle al fútbol lo que el fútbol le está dando a la industria. Hay que ir a buscarlo, eso sí, solito no va a venir. Entonces no creo en ese razonamiento.
-En tu opinión, el fútbol chileno está mejor, peor, igual…
-Mejor, claramente no está. No veo que el campeonato sea mejor, no veo que el respeto a la profesión sea mejor que el que había cuando nosotros nos fuimos, no veo que el fútbol femenino siga progresando. No veo que esté mejor. La U ha hecho una cosa extraordinaria. Pero es sólo la U.
Fuente: Capital
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