Los países de la Unión Europea (UE) han llegado a un acuerdo definitivo sobre la patente única europea, un proyecto negociado durante los últimos 30 años y que ahora tendrá que ser autorizado por el Parlamento Europeo. La Comisión Europea (CE) ha informado de que el Consejo consensuó el texto final que incluye regulación para crear la patente común mediante la cooperación reforzada de 25 Estados miembros, otra legislación sobre el régimen de lenguas y un acuerdo internacional que crea una jurisdicción única y especializada para 26 países
En junio pasado, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE decidieron que la sede del tribunal central de la futura patente europea esté en París, una localización que se disputaban Francia, Reino Unido y Alemania y que constituía el último escollo para que el proyecto saliera adelante. El compromiso acordado por los líderes europeos otorga a Londres un emplazamiento para patentes en el campo de productos químicos y medicamentos y a Múnich una agencia para la ingeniería mecánica.
No obstante, en el proceso de negociación se suprimieron tres artículos de la propuesta inicial que afectaban a la base jurídica en la que se fundamenta el vínculo entre el sistema común y el acuerdo que establece la patente y la eliminación de la posibilidad de recurrir en primera instancia al Tribunal de Justicia de la UE para interpretar la convención y el reglamento. La CE, que mostró su preocupación por esas medidas, ha indicado que se ha encontrado "un compromiso que garantiza la protección armonizada de patentes en los 25 Estados miembros" que participan en el sistema.
España e Italia son los dos socios comunitarios que no participarán en el proyecto por considerarlo discriminatorio para sus idiomas. No obstante, Roma ha aceptado la jurisdicción única y especializada, informaron a Efe fuentes comunitarias, por lo que se aplicará a un total de 26 Estados miembros. El régimen para la traducción de las patentes establece que éstas solo estarán disponibles en alemán, inglés y francés, aunque los países podrán someter sus solicitudes en cualquier idioma de la Unión y después del registro, la patente será traducida en todos los idiomas establecidos.
Después de un periodo de transición de 12 años la patente estará disponible en 23 idiomas antes y después del procedimiento de registro en la Oficina Europea de Patente, con sede en Múnich. La Comisión Europea estima que los costes de traducción necesarios para obtener una patente única válida en 25 Estados miembros se reducirán en el 80% en comparación con los actuales, además de que al crearse una jurisdicción común y especializada se eliminará la necesidad de denunciar posibles violaciones de patentes en diferentes países. El acuerdo también establece que todas las empresas podrán obtener una patente europea única.
La presidencia chipriota de turno enviará ahora una carta al Parlamento Europeo (PE) pidiéndole que concluya el proceso legislativo en base al texto acordado. La Comisión de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara se reunirá en Estrasburgo (Francia) con el comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, para definir su postura. Si los eurodiputados dan su aprobación al texto, el Consejo de Competitividad que se celebrará el 10 de diciembre debería llegar a un acuerdo político y el pleno del PE votarlo en su sesión del 11 de diciembre.
La regulación sobre la patente sería después formalmente adoptada el 21 de diciembre y la firma del acuerdo intergubernamental para crear el tribunal central se produciría el 18 de febrero próximo, en el marco del consejo de Competitividad. Después se abrirá el proceso de ratificación por parte de los Estados miembros.
La Comisión Europea espera tener todos los instrumentos de ratificación concluidos antes del primero de noviembre de 2013 para que la primera patente europea común pueda ser emitida en abril de 2014.
FUENTE: Agencia EFE
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