"Nunca adivinaríais la causa más frecuente de accidentes en el Reino Unido", aseguraba el escritor John Lanchester. "La gente suele pensar en los automóviles o en cuestiones de ese estilo, cuando los percances más habituales se tienen en el hogar y generalmente con una escalera de por medio".
Lanchester subrayaba con su afirmación cómo los riesgos, al contrario de lo que pensamos, suelen proceder mucho más de lo cotidiano que de lo extraordinario. Algo que se hace muy evidente si nos atenemos a lo que cuenta un estudio realizado por la Universidad de Leicester según el cual el tiempo que pasamos sentados a lo largo del día, que se acerca a las 12 horas, está directamente vinculado con la acumulación de azúcares y grasas en el cuerpo y con el desarrollo de enfermedades como la diabetes de tipo 2.
Dado que muchas personas poseen empleos que les obligan a permanecer sentados durante todo el día, que el trayecto hasta el lugar de trabajo se suele realizar en transportes en los que también se va sentado y que en el tiempo que se pasa en el hogar la estrella es el sofá, los investigadores ven claro cómo se avecina una epidemia de enfermedades causadas por la inactividad. Así lo señalaba otra reciente investigación de la Universidad de Western Sidney, que concluía que el simple hecho de estar sentado más de cuatro horas al día genera muchas más probabilidades de experimentar dolencias crónicas, incluidas las de tipo cardíaco, o de sufrir cáncer.
Emma George, investigadora de la universidad de Leicester, declaró al diario Daily Mail que "las tasas de enfermedades crónicas observadas aumentaron en proporción a la cantidad de tiempo que los participantes pasaron sentados". Tales problemas son independientes de otros factores de riesgo, como la edad, la edad, índice de masa corporal y nivel de actividad física.
UN PROBLEMA HEREDADO DE NUESTROS ANTEPASADOS
Estar sentado resulta tan perjudicial porque nuestros cuerpos fueron diseñados para la actividad. Cuando estamos de pie, nuestros músculos se contraen, lo cual es de gran importancia a la hora de regular la gran mayoría de nuestros procesos fisiológicos. Las contracciones ayudan a que el cuerpo recoja el azúcar de nuestras venas y lo utilice como combustible. Además, los mismos músculos que nos mantienen de pie también parecen producir las enzimas que disuelven la grasa en la sangre, según el equipo de la Universidad de Leicester.
Las conclusiones de los académicos británicos ratifican que nuestro tipo de vida está causando enormes problemas de salud, que ni siquiera pueden combatirse con posteriores actividades saludables.
Un estudio de la American Cancer Society, para el que se hizo un seguimiento a 123.216 personas durante un periodo de 14 años, concluyó que las mujeres que pasaban sentadas más de seis horas al día contaban con un 40% más probabilidades de morir que quienes estaban en reposo menos de tres horas al día. Los hombres con ese mismo estilo de vida tenían una probabilidad 20% mayor.
Pero lo esencial de esta investigación es que al pasar tanto tiempo en la silla o en el sofá es acumulativo, causando un daño a la salud que no puede contrarrestarse mediante el ejercicio. En definitiva, se trata de un riesgo serio que debe ser contemplado desde una perspectiva institucional, que nos ayude a promover otro estilo de vida. La actividad cotidiana es una de las causas que lleva a que la esperanza de vida está muy por encima en algunos lugares del planeta, aquellos que son catalogados como zonas azules. Vivir más y en mejor estado no sólo tiene que ver con la alimentación...
FUENTE: El Confidencial
Lanchester subrayaba con su afirmación cómo los riesgos, al contrario de lo que pensamos, suelen proceder mucho más de lo cotidiano que de lo extraordinario. Algo que se hace muy evidente si nos atenemos a lo que cuenta un estudio realizado por la Universidad de Leicester según el cual el tiempo que pasamos sentados a lo largo del día, que se acerca a las 12 horas, está directamente vinculado con la acumulación de azúcares y grasas en el cuerpo y con el desarrollo de enfermedades como la diabetes de tipo 2.
Dado que muchas personas poseen empleos que les obligan a permanecer sentados durante todo el día, que el trayecto hasta el lugar de trabajo se suele realizar en transportes en los que también se va sentado y que en el tiempo que se pasa en el hogar la estrella es el sofá, los investigadores ven claro cómo se avecina una epidemia de enfermedades causadas por la inactividad. Así lo señalaba otra reciente investigación de la Universidad de Western Sidney, que concluía que el simple hecho de estar sentado más de cuatro horas al día genera muchas más probabilidades de experimentar dolencias crónicas, incluidas las de tipo cardíaco, o de sufrir cáncer.
Emma George, investigadora de la universidad de Leicester, declaró al diario Daily Mail que "las tasas de enfermedades crónicas observadas aumentaron en proporción a la cantidad de tiempo que los participantes pasaron sentados". Tales problemas son independientes de otros factores de riesgo, como la edad, la edad, índice de masa corporal y nivel de actividad física.
UN PROBLEMA HEREDADO DE NUESTROS ANTEPASADOS
Estar sentado resulta tan perjudicial porque nuestros cuerpos fueron diseñados para la actividad. Cuando estamos de pie, nuestros músculos se contraen, lo cual es de gran importancia a la hora de regular la gran mayoría de nuestros procesos fisiológicos. Las contracciones ayudan a que el cuerpo recoja el azúcar de nuestras venas y lo utilice como combustible. Además, los mismos músculos que nos mantienen de pie también parecen producir las enzimas que disuelven la grasa en la sangre, según el equipo de la Universidad de Leicester.
Las conclusiones de los académicos británicos ratifican que nuestro tipo de vida está causando enormes problemas de salud, que ni siquiera pueden combatirse con posteriores actividades saludables.
Un estudio de la American Cancer Society, para el que se hizo un seguimiento a 123.216 personas durante un periodo de 14 años, concluyó que las mujeres que pasaban sentadas más de seis horas al día contaban con un 40% más probabilidades de morir que quienes estaban en reposo menos de tres horas al día. Los hombres con ese mismo estilo de vida tenían una probabilidad 20% mayor.
Pero lo esencial de esta investigación es que al pasar tanto tiempo en la silla o en el sofá es acumulativo, causando un daño a la salud que no puede contrarrestarse mediante el ejercicio. En definitiva, se trata de un riesgo serio que debe ser contemplado desde una perspectiva institucional, que nos ayude a promover otro estilo de vida. La actividad cotidiana es una de las causas que lleva a que la esperanza de vida está muy por encima en algunos lugares del planeta, aquellos que son catalogados como zonas azules. Vivir más y en mejor estado no sólo tiene que ver con la alimentación...
FUENTE: El Confidencial
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