Esta especie recién descubierta, bautizada como Siats Meekerorum,
fue el principal depredador de su tiempo, papel que mantuvo hasta que,
tras su declive, los tiranosaurios pudieron ocupar su lugar 30 millones
años más tarde. "Han pasado 63 años desde que fue encontrado el último
depredador de este tamaño en América del Norte", comenta Lindsay Zanno,
paleontóloga de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, y principal autora del artículo en Nature Communications
que describe el hallazgo. "No podéis imaginar lo contentos que nos
pusimos al ver los huesos de este gigante sobresaliendo en la ladera". Siats,
que recibe el nombre en recuerdo de un caníbal devorador de hombres que
se cita en una leyenda tribal de Utah, es una especie de Carcharodontosaurus,
un grupo de carnívoros gigantes que incluye a algunos de los
dinosaurios depredadores más grandes jamás descubiertos. El único otro Carcharodontosaurus que se ha encontrado en América del Norte es el Acrocanthosaurus, que vagó en el este del continente de 10 millones de años antes. Siats es el segundo Carcharodontosaurus jamás descubierto en América del Norte; el Acrocanthosaurus, descubierto en 1950, fue el primero.
CUATRO TONELADAS
Zanno y su colega Peter Makovicky, del Museo Field de Historia Natural de Chicago, descubrieron una parte del esqueleto del nuevo depredador en Cedar, una formación montañosa de Utah, en 2008. El nombre de la especie es en reconocimiento a la familia Meeker por su apoyo a los paleontólogos que inician su carrera en el Museo Field, incluyendo a la propia Zanno. El espécimen recuperado pertenecía a un individuo que habría tenido más de 30 metros de largo y pesaba por lo menos cuatro toneladas. A pesar de su tamaño gigante, los huesos corresponden a un animal joven. Zanno y Makovicky teorizan que los Siats adultos podrían haber alcanzado el tamaño de los Acrocanthosaurus. Es decir, las dos especies compiten ahora por el puesto de segundo depredador más grande jamás descubierto en América del Norte. El Tyrannosaurus Rex, que ocupa el primer lugar, llegó 30 millones de años más tarde y pesaba más del doble que estos otros dos dinosaurios. Aunque el Siats y el Acrocanthosaurus son ambos Carcharodontosauros, pertenecen a diferentes subgrupos. El Siats es miembro de los Neovenatoridos, el grupo con el cuerpo más delgado de todos los Carcharodontosauros. Los Neovenatoridos se han encontrado en Europa, América del Sur, China, Japón y Australia. Sin embargo, ésta es la primera vez que se encuentra un Neovenatorido en América del Norte.
LOS PRIMEROS TIRANOSAURIOS, A RAYA
Siats aterrorizó lo que hoy es Utah durante el período Cretácico (desde 100 millones de años a 66 millones de años atrás). Hasta ahora no se había conocido la predominancia de este animal en América del Norte durante este período. "Los Carcharodontosauros reinaron en esta zona durante mucho más tiempo de lo que creíamos", explica Zanno. De hecho, el Siats llena un vacío de más de 30 millones de años en el registro fósil. Antes se creía que en este período el papel de máximo depredador pasaba directamente de manos de otros Carcharodontosaurus, en el Cretácico Inferior, al del Tiranosaurios Rex, en el Cretácico superior.
La falta de fósiles hace que los paleontólogos no estén seguros acerca de cuándo ocurrió este cambio, y si el Tiranosaurus se impuso al Carcharodontosaurus, o simplemente fue capaz de asumir el rol de máximo depredador después de la extinción de éste. Ahora está claro que el gran tamaño del Siats habría impedido a los Tiranosaurios más pequeños ocupar su lugar en la cima de la cadena alimenticia.
"La gran diferencia de tamaño ciertamente sugiere que los primeros Tiranosaurios fueron mantenidos a raya por los Carcharodontosaurus, y sólo evolucionaron hasta convertirse en enormes depredadores después de que los Carcharodontosaurus desaparecieran", comenta Makovicky, y Zanno añade que "los pequeños Tiranosaurios no habrían sido más que una molestia para los Siats, como ahora los chacales para el león. Hasta que el Carcharodontosaurus inició su declive no se inició la evolución del T. Rex". En el momento que los Siats reinaron el paisaje era exuberante, con abundante vegetación, y el agua permitía la vida de una gran variedad de dinosaurios herbívoros, tortugas, cocodrilos y peces pulmonados gigantes. Otros depredadores también habitaban este ecosistema, incluyendo los primeros tiranosaurios y varias especies de otros dinosaurios con plumas que aún no han sido descritos por el equipo. "Hemos hecho descubrimientos muy emocionantes, incluyendo dos nuevas especies de dinosaurios", dice Makovicky. "Estén atentos", añade Zanno, "hay un montón más de criaturas en el mismo sitio en el que encontramos al Siats".
CUATRO TONELADAS
Zanno y su colega Peter Makovicky, del Museo Field de Historia Natural de Chicago, descubrieron una parte del esqueleto del nuevo depredador en Cedar, una formación montañosa de Utah, en 2008. El nombre de la especie es en reconocimiento a la familia Meeker por su apoyo a los paleontólogos que inician su carrera en el Museo Field, incluyendo a la propia Zanno. El espécimen recuperado pertenecía a un individuo que habría tenido más de 30 metros de largo y pesaba por lo menos cuatro toneladas. A pesar de su tamaño gigante, los huesos corresponden a un animal joven. Zanno y Makovicky teorizan que los Siats adultos podrían haber alcanzado el tamaño de los Acrocanthosaurus. Es decir, las dos especies compiten ahora por el puesto de segundo depredador más grande jamás descubierto en América del Norte. El Tyrannosaurus Rex, que ocupa el primer lugar, llegó 30 millones de años más tarde y pesaba más del doble que estos otros dos dinosaurios. Aunque el Siats y el Acrocanthosaurus son ambos Carcharodontosauros, pertenecen a diferentes subgrupos. El Siats es miembro de los Neovenatoridos, el grupo con el cuerpo más delgado de todos los Carcharodontosauros. Los Neovenatoridos se han encontrado en Europa, América del Sur, China, Japón y Australia. Sin embargo, ésta es la primera vez que se encuentra un Neovenatorido en América del Norte.
LOS PRIMEROS TIRANOSAURIOS, A RAYA
Siats aterrorizó lo que hoy es Utah durante el período Cretácico (desde 100 millones de años a 66 millones de años atrás). Hasta ahora no se había conocido la predominancia de este animal en América del Norte durante este período. "Los Carcharodontosauros reinaron en esta zona durante mucho más tiempo de lo que creíamos", explica Zanno. De hecho, el Siats llena un vacío de más de 30 millones de años en el registro fósil. Antes se creía que en este período el papel de máximo depredador pasaba directamente de manos de otros Carcharodontosaurus, en el Cretácico Inferior, al del Tiranosaurios Rex, en el Cretácico superior.
La falta de fósiles hace que los paleontólogos no estén seguros acerca de cuándo ocurrió este cambio, y si el Tiranosaurus se impuso al Carcharodontosaurus, o simplemente fue capaz de asumir el rol de máximo depredador después de la extinción de éste. Ahora está claro que el gran tamaño del Siats habría impedido a los Tiranosaurios más pequeños ocupar su lugar en la cima de la cadena alimenticia.
"La gran diferencia de tamaño ciertamente sugiere que los primeros Tiranosaurios fueron mantenidos a raya por los Carcharodontosaurus, y sólo evolucionaron hasta convertirse en enormes depredadores después de que los Carcharodontosaurus desaparecieran", comenta Makovicky, y Zanno añade que "los pequeños Tiranosaurios no habrían sido más que una molestia para los Siats, como ahora los chacales para el león. Hasta que el Carcharodontosaurus inició su declive no se inició la evolución del T. Rex". En el momento que los Siats reinaron el paisaje era exuberante, con abundante vegetación, y el agua permitía la vida de una gran variedad de dinosaurios herbívoros, tortugas, cocodrilos y peces pulmonados gigantes. Otros depredadores también habitaban este ecosistema, incluyendo los primeros tiranosaurios y varias especies de otros dinosaurios con plumas que aún no han sido descritos por el equipo. "Hemos hecho descubrimientos muy emocionantes, incluyendo dos nuevas especies de dinosaurios", dice Makovicky. "Estén atentos", añade Zanno, "hay un montón más de criaturas en el mismo sitio en el que encontramos al Siats".